Fin de las clases sociales?

Desde Viladecans llevamos tiempo discutiendo en juventudes sobre la utilidad y frescura de ciertos esquemas de pensamiento socialistas. Y desde hace poco, después de mucho debatir, entendimos que las clases sociales, como hecho que se hereda de padres a hijos, habían desaparecido.

Recientemente tratabamos de enmendar el texto del PSC para el siguiente congreso y nos encontramos en que se volvía a hacer referencia a las clases sociales como teoría válida de interpretación de la realidad. Para muchos jóvenes de hoy la clase social es un témino desconocido o pasado de moda, pero para algunos más sensibles a las desigualdades sociales puede representar un modelo de lucha en contra de la injusticia. Todas estas opiniones

se expresaron en nuestra charla, aunque quisimos ir más allá revisando las teorías de los pensadores políticos: En Marx encontramos que las clases sociales eran dos polos opuestos, dos estamentos económicos muy lejanos. Posteriormente, uno de nosotros expuso la teoría del fin de la historia que surgío hace pocos años de la mano de Francis Fukuyama, según ésta teoría la única política válida es la neoliberal y por ello, las diferencias sociales dejan de convertirse en algo radical, puesto que todo forma parte de la globalidad dejando sin sentido la lucha del proletariado.

Lejos de creernos un mundo idílico los socialistas tendemos a buscar las imperfecciones, es por ello que descartamos la teoría de Fukuyama por obviar la posibilidad del cambio y por no

considerar la socialdemocracia como un terreno en el que mejorar las profundas desigualdades existentes. Tampoco aceptamos que Marx refleje todos los rasgos de la actualidad, pues en la sociedad occidental no existe tal desigualdad (si que existe entre el primer y el tercer mundo)de manera tan marcada como a mediados del siglo XIX.

Así, determinamos que las clases sociales han de dejar paso a modos de interpretación de la realidad más actuales y que se han convertido en un lenguaje incomprensible que a muchos trabajadores no les sirve para solucionar sus problemas su lucha sindical o política. Tampoco esperamos caer en el neoliberalismo que defiende que toda evolución no es posible, creemos en la capacidad de transformación del ser humano y en la de la sociedad, por extensión.